Esquema de ciclo de vida de un producto
La diversidad de envases activos que encontramos en la actualidad responde a la creciente necesidad de la industria del envase alimentario de encontrar soluciones a los problemas más habituales que se presentan en el envasado de productos: humedad, oxidación, olores u otras sustancias… problemas relacionados con la seguridad alimentaria y la producción de alimentos cada vez mayor, y, por otro lado, la necesidad de reducir los desperdicios de alimentos.
Envase activo
Los envases activos tienen como objetivo mejorar la seguridad alimentaria, preservar la calidad del alimento envasado e incluso alargar su vida útil. Su funcionamiento se basa en tres elementos: Alimento- envase – entorno, que actúan conjuntamente para mantener o incluso mejorar la salubridad y la calidad del alimento envasado para aumentar el tiempo de conservación de éste, e incluso alargarlo. El envase incorpora una agente o elemento activo que es clave en la vida útil del alimento envasado.
Considerando los retos que se presentan en el sector del envase, donde la sostenibilidad es un factor clave, de gran impacto, por las toneladas de envases que se generan anualmente, el envase activo puede jugar un papel crucial, por los beneficios que puede aportar, y la influencia positiva que puede tener en la sostenibilidad final del envase.
Envase sostenible
Es importante explicar el concepto de envase sostenible, para posteriormente hablar de envase activo sostenible. El envase sostenible se basa en tres aspectos clave: respeto por el medio ambiente, balance de costes y por último la satisfacción del consumidor.
Cuando hablamos de respeto por el medio ambiente, nos referimos al impacto ambiental producido por el envase a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida, como son la extracción de materias primas, el transporte de los materiales, el vertido del envase, etc. Como ejemplo, un envase puede ser más sostenible frente a otro sólo cambiando de diseño.
Hay muchas maneras de impactar sobre los envases y hacerlos más sostenibles, si bien es verdad que en los últimos años hay un concepto relacionado con la sostenibilidad que predomina frente al resto, este concepto es el de reciclabilidad.
Y esto es debido a que la Comisión Europea aprobó en el 2018 la primera estrategia europea sobre los plásticos, una iniciativa basada en la transición hacia una economía circular eficiente en el uso de recursos y en la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero. Que presenta como iniciativa principal, el reducir el uso de materiales vírgenes, así como la producción de deshechos, y por otro lado desarrollar estrategias para poder utilizar los materiales de desecho como fuentes de materias primas, y cerrar así el flujo económico y ecológico de los recursos plásticos entre otros.
Esta estrategia implica que todos los envases de plástico del mercado de la UE sean reciclables para 2030, en un continente en el que cada año se generan 25 millones de toneladas de residuos plásticos, pero menos del 30% se recoge para ser reciclado.
Por este motivo La reciclabilidad de los envases es hoy en día, uno de los mayores problemas que se presentan en la industria del packaging para ciertas estructuras de envase. En particular, aquellas estructuras de envase que otorgan una mayor protección barrera son aquellas que tienen más problemas a la hora de ser recicladas.
Y es por este motivo, por el que los envases activos sostenibles, entendiéndolos como envases que actúan con el alimento con la finalidad de alargar la vida del producto que contiene, respetuosos con el medio ambiente, de coste asequible, y aceptados por el consumidor, se presentan como una alternativa interesante.
La alternativa de envase activo sostenible se basa en dos principios:
- La eliminación del film barrera normalmente aluminio o metalizado, que dificulta las labores de reciclado, y que normalmente se encuentra laminado entre dos materiales. El ser capaces de eliminar este film barrera, puede tener un gran impacto en el sector del envase, y es uno de los principales problemas que se presentan, considerando que más del 70% de las estructuras de envase son multicapas.
- Y el empleo de sustancias activas en el envase que puedan interaccionar con el entorno o el alimento.
Las sustancias activas pueden ser incorporadas en el film o en un coating, que pueden actuar frente al agente de degradación que afecta al alimento que envuelve, y de este modo alargar su vida útil, minimizando el empleo de estructuras multicapa de difícil reciclado y favoreciendo así la reciclabilidad de los envases.
Envases activos sostenibles AIMPLAS
En ese sentido AIMPLAS presenta una amplia experiencia en el desarrollo de envases activos sostenibles, que ha desarrollado tanto en proyectos nacionales como en proyecto europeos, como PLA4Food, Natal, Polifun, Nantenvas, Envafung, PHBottle donde se ha trabajado con compuestos naturales activos que antioxidantes, antimicrobianos y antifúngicos entre otros.
En la actualidad, AIMPLAS está desarrollando envases activos sostenibles de liberación controlada, con la finalidad de poder desarrollar envases activos, que no generen problemas de organolépticos durante el proceso de elaboración de los envases, ni en el producto final.
Por: Lorena Rodríguez Garrido
Investigadora en AIMPLAS en Departamento de Impresión Funcional y Recubrimiento.