Cuando las marcas hacen evolucionar sus organizaciones para incluir prácticas más sostenibles, los esfuerzos de reciclaje suelen ser la primera línea de acción. Pero el reciclaje es solo una parte de la ecuación.
Por Jason Pelz, Vicepresidente de Medio Ambiente de Tetra Pak para Américas
En lugar de pensar en esfuerzos sostenibles de forma aislada, como, por ejemplo, reciclar con más frecuencia, adquirir productos de fuentes más responsables, reducir el consumo de agua y el desperdicio, las marcas pueden hacer la mayor contribución.
Lograr una economía circular baja en carbono es un estado ideal, y la forma de hacerlo es tan importante como el destino. Baja en Carbono, se refiere al acto de reducir o eliminar intencionalmente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esto es posible gracias a acciones como el uso de fuentes de energía renovables y un transporte logísticamente sólido, la reducción del consumo de energía y la adopción de consideraciones ambientales en la fabricación y envasado.
Una economía circular describe el enfoque sobre la regeneración de recursos naturales (es decir, el uso de fuentes renovables y productos ambientalmente racionales), la reutilización y reciclaje de materiales y la reducción de desechos, todo lo cual converge en un esfuerzo por disminuir el impacto ambiental.
En términos prácticos la economía circular baja en carbono se basa en cuatro pilares:
1. Maximizar el reciclaje.
2. Eliminar el desperdicio.
3. Proteger los recursos.
4. Reducir el impacto ambiental.
Cuando damos prioridad a los cuatro, se produce el cambio y el impacto se propaga positivamente en toda la organización, la industria y el planeta. Transitar por este camino significa examinar el ciclo de vida del producto para asegurarse de que cada punto del camino sea lo más sostenible posible.
Incluso si hay 20 cosas que puedes arreglar y solo logras dos, aún estás impulsando el cambio.
Todo cambio en nombre de la sostenibilidad es bueno y siempre habrá más que podamos hacer. El reciclaje, que es solo un paso de muchos, aborda la etapa del final de la vida útil del producto.
Pero, en una economía circular baja en carbono, el final de la vida también es un comienzo. Las organizaciones que transitan hacia una economía circular baja en carbono tienen éxito cuando involucran a sus empleados no solo para llevar a cabo las mejores prácticas, sino también para ayudar a definir otras nuevas. Cuando los empleados son parte del proceso, se convertirán en embajadores de la sostenibilidad, influenciando a otros empleados y eventualmente a otros consumidores.
Porque a medida que aumenta el sentimiento de los consumidores hacia las marcas que toman medidas para proteger el medio ambiente, las organizaciones deben intensificar los esfuerzos de sostenibilidad para seguir siendo competitivas.
Mayor información en http://www.envasandoideas.com
Excelente artículo , muy bien explicado