Las maquilas aparecieron en América Latina, impulsadas por Estados Unidos, entre las décadas de 1960 y 1970, como parte de un programa de industrialización fronterizo, con el objetivo de contener la migración de mexicanos; el programa se fundamentó en la generación de empleos e importantes ingresos a la economía mexicana, además de los diversos beneficios económicos para las empresas estadounidenses al rebajar los precios de manufactura derivados del ahorro en mano de obra directa.
Durante este siglo las empresas multinacionales también se han dirigido a otros países como China, Taiwan, Malasia, Guatemala, Honduras, entre otros, para establecer contratos de maquila y lograr bajar sus costos de producción, e incluso tambien han establecido la fórmula de maquila en la búsqueda de la eficiencia manteniendo la calidad y poder mantener los precios bajos.
En el mundo empresarial la figura de la maquila ha ido ganando espacio para el desarrollo de negocios nacionales e internacionales, como una alternativa para crecer sin necesidad de grandes inversiones iniciales, ya que el maquilador es quien las realiza.
Las principales compañías transnacionales del mundo compiten constituyendo sus propias empresas maquiladoras en otros países, para situar sus fábricas y/o ensambladoras de forma directa mediante capitales propios o indirecta mediante la subcontratación, y aprovechar los bajos costos de mano de obra, acogiéndose a los beneficios y exoneraciones tributarias otorgadas por los gobiernos anfitriones; para lo cual se han desarrollado las zonas francas productivas y el perfeccionamiento de los tratados de libre comercio, siendo la confección textil, la electrónica y la industria automotriz los sectores con mayor participación.
Colombia, posee una gran oportunidad para la implementación de maquilas que aporten valor agregado a sus producciones, porque el nivel tecnológico de las compañías colombianas es alto. Además de su mano de obra comprometida, disciplinada y más calificada en comparación a otros países de la región latinoamericana.
Muchas empresas Colombianas por ejemplo ya usan esta figura con excelentes resultados financieros, y aprovechan la mano de obra capacitada y los equipos proporcionados por el maquilador. Las empresas Colombianas saben generar valor agregado, y son ágiles y recursivas en los negocios; y se han dado cuenta que pueden dedicarse al mercadeo, a las compras y entregar las partes de sus productos a un maquilador que se encargará de su integración para una producción eficiente; eso sí, todo bajo una una comunicación y planeación exigentes entre maquinador y su contratante para garantizar el éxito de la operación.
La industria colombiana sabe adaptarse a estos requerimientos y esa es una gran ventaja competitiva. Colombia podrá orientar sus maquilas a productos de mayor valor agregado.
La maquila significa definitivamente, un proceso de generación de empleo masivo. Basta mirar la generación de empleo desarrollada en los últimos años en México, Guatemala o en Honduras con un crecimiento de empleo gigantesco.
En Universal Pack Group brindamos el servicio de maquila in-house, donde nos encargamos de gestionar todo el proceso de maquilado incluyendo materiales, personal, experiencia y maquinaria, para la empresa contratante, y que esta no tenga que preocuparse por el empaque de los productos.
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